El trabajo infantil, una realidad en México
El 12 de junio de cada año, se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una fecha que invita a reflexionar acerca del quehacer institucional y ciudadano.
La Organización para las Naciones Unidas (ONU) reporta que, en la actualidad 160 millones de niñas y niños se encuentran trabajando. Es decir, uno de cada diez niños en todo el mundo. Además, la Organización Internacional para el Trabajo (OIT) ha señalado a la desigualdad, la pobreza y la inseguridad económica como una de las principales causas del trabajo infantil
Sensibilizar a las familias, empresas, donantes y distintos actores sociales sobre la relevancia que tiene esta lucha, con la intención de generar sinergia y lograr que cada vez más niñas y niños puedan gozar plenamente de sus derechos, tener un desarrollo adecuado y una vida digna al margen del trabajo infantil son objetivos para instituciones como ednica I.A.P.
La realidad en cifras
Se ha identificado que en los últimos años como consecuencia de la pandemia por COVID-19 y otras problemáticas sociales un mayor número de familias se encuentran en situación de pobreza; por lo que hay un incremento considerable de niñas, niños y adolescentes que se ven en la necesidad de involucrarse de manera más directa con algún tipo de trabajo para ayudar a sus familias.
En el caso de México, según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI, 2019) de los 28.5 millones de niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años que residían en México, 2.2 millones trabajaban. Con base en esta información, podemos inferir que en la actualidad debe existir un incremento importante en el porcentaje de la niñez que se ha ido incorporando a actividades económicas.
Desde la perspectiva de ednica I.A.P., la situación de calle de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, también se refiere a la participación de ellas y ellos en actividades económicas en el espacio público, debido al tiempo que permanecen en él.
Con base en el perfil de la población de niñez y adolescencia en situación de calle con la que trabajamos, podemos saber que viven con sus familias, no pernoctan en la calle, tienen acceso a viviendas rentadas en zonas precarias y la mayoría en condiciones de hacinamiento.
¿Es o no trabajo infantil?
Las actividades económicas que realizan, pueden o no tener un ingreso económico directo; sin embargo, éstas representan un apoyo en la economía familiar. Algunas de estas actividades, son: la venta de golosinas o artesanías en avenidas, cruceros o corredores turísticos y recreativos; la atención de negocios ambulantes en tianguis, paraderos de transporte público o en zonas con alta actividad comercial; limpieza de parabrisas, cuidado de automóviles, entre otras.
Con gran frecuencia se invisibiliza la problemática de la niñez trabajadora en el espacio público, pareciera ser un elemento más del paisaje urbano, pero al observar con mayor atención paraderos o zonas comerciales se puede identificar aquellas niñas y niños cuyas vidas se desarrollan en estos espacios.
Aunado a esto, se presentan aquellas posturas que eliminan totalmente la problemática argumentando que la actividad que realizan no es trabajo, pues no reciben una paga o se encuentran apoyando a sus familias; considerando incluso que este tipo de actividades pueden ser positivas para su desarrollo. Pero desde la experiencia de ednica, se comprueba que efectivamente están realizando un trabajo; el cuál se convierte en un obstáculo para el ejercicio pleno de sus derechos, el disfrute de actividades propias de la niñez; además de los peligros que conlleva la calle y los riesgos psicosociales que les afectan a largo plazo.
A lo largo de 33 años en ednica I.A.P., hemos comprobado los efectos negativos para la niñez del trabajo en la calle, por lo que hemos enfocado nuestros esfuerzos en favorecer el desarrollo de niñas, niños y adolescentes trabajadores en el espacio público abonando a su salud física, emocional pero también desarrollando su pensamiento crítico, pues es fundamental contribuir a la participación infantil y la exigibilidad de derechos.
Debemos reconocer que la tarea no es nada sencilla, pero hemos logrado obtener resultados favorecedores y esperanzadores disminuyendo el trabajo infantil y las condiciones de exclusión y marginación en la que se encuentran las niñas y niños que participan en ednica.